Cuando hablamos de las tentaciones debemos entender que su fortaleza se basan en las mentiras. Por eso es bueno recordar que: la mentira no tiene poder en sí misma, sino encuentra poder en aquellos que la creen.

El diablo sabe que si crees sus mentiras perderás. Si dejas de oír la palabra de Dios comenzarás a creer las mentiras del enemigo. San Pablo le escribe a los Corintios diciendo: “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir”. (1 Corintios 10:13).

La palabra de Dios nos ayuda, a conocer la verdad de las cosas, a encontrar en donde están los engaños del enemigo, que muchas veces son las que nos ofrece el mundo, por ejemplo, cuando nos dice que es normal tener relaciones con nuestra novia o novio, cuando en los mandamientos de Dios nos dice no Fornicaras, y vemos cuantos jóvenes hoy en día están teniendo relaciones, son promiscuos y está tan elevado el índice de infecciones de enfermedades venéreas, y así un sin fin de engaños que el mundo nos dice y por ser ignorantes en lo que Dios nos manda creemos que estamos actuando bien.

Las tentaciones son provocaciones o intentos del mal para seducirnos y apartarnos de los caminos de Dios. En ellas el enemigo nos presenta opciones de “placer y satisfacción” que tienen por propósito distraernos de la voluntad de Dios y confundirnos el camino. El mal conoce nuestras debilidades y es ahí en donde nos ataca para que caigamos fácilmente y nos perdamos, y es por eso que debemos estar unidos de la mano de Dios para no ser presa fácil para el mal sino con la ayuda de Dios vencer juntos, porque Dios no nos deja solos, muchas veces somos nosotros quién nos alejamos de Dios y él respeta nuestra decisión por eso nos pasan muchas cosas que no entendemos y acudimos a él cuando estamos mal o tristes pero tiene que ser en todo momento.

En algunos casos las tentaciones son permitidas por Dios para probar nuestro valor, nuestra fe y nuestra confianza en él. Cada vez que superamos una tentación consolidamos nuestra decisión por Dios. En la vida moral no hay momentos neutros, o actuamos para o en contra de Dios. Él mismo dijo que “no se puede servir a dos señores”. Y esa es la lucha diaria que de jóvenes vivimos, el de no caer si no de luchar contra las trampas y tentaciones que cada uno vivimos, para algunos puede ser el sexo, las mujeres, el alcohol, las drogas, la pornografía. Pero también hay otras tentaciones que nos alejan de Dios y muchas veces no nos damos cuenta; la televisión, el internet, la música, los videojuegos, por la sencilla razón que nos distraemos con ellos y no pasamos tiempo o platicamos con Dios, muchos para relajarnos o distraernos acudimos a este tipo de distracciones en lugar de hablar con Dios, y es por esa razón que el Diablo lo sabe por eso utiliza estos medios también para llamar nuestra atención y que permanezcamos alejados de Dios, el Diablo es astuto y como sabe que nos gusta y nuestras debilidades las maneja a su antojo y vive cada vez con nuevas ideas para arrastrarnos a él y alejarnos cada día más de Dios.

Para salir victorioso en la tentación Cristo usó tres armas muy potentes: la Palabra de Dios, el sacrificio y la oración. Con estas tres armas podemos superar cualquier tentación. La primer arma, La palabra de Dios, sabemos las cosas buenas y malas, la Voluntad de Dios y lo que él desea para cada uno de nosotros. Jesús cuando fue tentado por el Diablo, él tenía su conciencia bien formada: sabía distinguir entre el bien y el mal. Él sabía exactamente lo que tenía que hacer. Tenía una conciencia recta. Si nosotros no formamos bien nuestra conciencia cristiana, corremos el riesgo serio de caer en la tentación. No basta saber lo que se puede o no se puede hacer, pues es necesario también saber el por qué está bien o está mal. No basta decir: “el Papa dice…” Hay que saber el por qué el Papa dice que está bien o está mal. Recordemos que las cosas no son buenas o malas porque el Papa lo dice, sino porque Dios así nos lo dice en su palabra, por eso es necesario el de leer la Biblia, ahí esta todo lo que debemos saber, lo que podemos hacer, todo lo que podemos decir. La segunda arma, El Sacrificio, debemos mantenernos firmes y fuertes, porque las tentaciones son seductoras más para nuestra débil voluntad, una persona sin fuerza de voluntad caerá fácilmente en la tentación. La tercer arma, La Oración; es la unión con Dios, es la que nos mantiene con fuerza, nos llena de su amor y presencia porque estamos con constante comunión con él, porque el que ora pasará la tentación y el que no ora no la pasará, y es porque la oración nos da las herramientas que necesitamos para salir más que vencedores en Cristo Jesús

Por eso es indispensable que ya sabiendo lo que él mal quiere de nosotros, porque el vino a robar, a matar y a destruirnos, tenemos que buscar a Dios por que solo él es el único que nos puede dar las fuerzas y herramientas para vencer esas tentaciones que nos afecta y no nos dejan ser felices, recordémonos también que en nosotros esta la decisión de que tipo de vida queremos, nuestra familia, amigos y los que están en nuestros alrededores nos pueden aconsejar pero ellos no pueden decidir por nosotros, y cada decisión tiene una consecuencia, en nuestras manos esta como queremos vivir el hoy para tener un futuro mejor. Lo mejor que nos puede pasar es vivir una eternidad con Dios donde él nos dará la felicidad que no tiene limite, a que vivamos una eternidad donde la felicidad no existe si no que está llena de sufrimiento y de dolor, porque la felicidad que nos ofrece el mundo es momentánea y es engañosa porque no es sincera y el Diablo la creó para engañarnos que son buenas sus acciones o lo que el mundo nos puede ofrecer pero todo lo que venga del mundo es momentáneo y no es para siempre, en cambio, lo que Dios quiere para nosotros es vida y vida en abundancia y no este mundo si no en un lugar mucho mejor. Recuerda que unos segundos de placer pueden llevarnos a una eternidad de sufrimiento…

Y tú cuál camino quieres tomar para tu vida? Es la felicidad del mundo la que quieres? Por tus propias fuerzas quieres luchar en la vida?